PAULA CARRETERO RANGEL
Estudiante Magisterio en Educación Infantil.
Universidad Autónoma de Madrid.
Grupo 161.
https://youtu.be/rRtl_FF31h4
Desde un principio, mi idea no era realizar este vídeo, sino reflejar todo aquello que la propia asignatura había conseguido recordar sobre mi infancia y niñez. Pero en el momento de realizarlo mi energía no tenía ese impulso de hacerlo, me encontraba más melancólica y un poco decaída, por lo que decidí otro modo de expresar lo que me había llegado de todo esto que hemos vivido, y sí como una familia. Recordé un vídeo que vimos el año pasado en clase de arte, en Bachillerato, en el momento que nos sentíamos agobiados y que en el instante de verlo te hace llenarte de valentía, ganas, ilusión, fuerza, algo que me hizo sentir ese fuego interno que cada uno podemos controlar si ponemos un poquito de nosotros mismos como Pilar nos enseñó en aquella deriva a Sigüenza.
Con el vídeo lo que he querido trasmitir es la libertad, la
libertad de alguien bailando, sintiéndose libre.La chica comienza el video dormida. El baile no es más que
su sueño. Quiere bailar en un gran teatro, y en el sueño puede hacerlo, es
incluso capaz de sentirse que vuela en ciertos momentos. Al despertarse del
sueño, está en ese gran teatro, ha bailado, el sueño se ha cumplido.
Con esto lo que he querido trasmitir es que por mucho que
cuesten, los sueños, si se persiguen, se consiguen. Se pueden alcanzar y
lograr. Claro que van a costar, pero con esfuerzo se pueden conseguir. Además, la chica trasmite esa fuerza y seguridad, esa
entereza y ese aquí estoy yo, ese encontrarse a sí misma que es lo que me ha
trasmitido esta asignatura. Por ello en el vídeo además de fotos realizadas en clase, reflejo para mi una de las más importantes, el momento en el que mi sueño de hacer un viaje con toda mi familia y más aún a Nueva York, ese lugar que tanto había deseado visitar y que por fin se cumplió y de que mejor forma que con tus seres más queridos.
Además, quería agradecer cada momento compartido, cada instante aprendido, y sobre todo sentido y vivido.
Por último, aquí dejo las palabras de mi audio por si en algún momento no se escucha lo suficiente y no se puede entender:
"A veces no nos damos cuenta pero, sin querer, hay cosas, personas, hechos, actos, gestos, sentimientos, emociones, sensaciones. Hay algo que entra en tu mundo y entra para quedarse. Puede ser un sueño, puede ser un pasaje, un paisaje, o puede ser una vivencia, inocencia.Quizás desde la excursión a Sigüenza, o quizás desde el atrapamiedos, pero hay algo que me enchanchó,que me hizo cambiar mi manera de pensar y actuar, que me hizo reflexionar. Me trasmitió fuerza y seguridad. Y todo empezó siendo una asignatura, pero… Se ha convertido en mi diario: Ese blog donde escribir momentos indescriptibles que solo las fotos pueden contar,esa asignatura donde aprender a valorar,esa terapia que te hace madurar y que, sin darte cuenta,te hace relajarte, dejarte llevar, fluir.Todo fluye y solo tus sentimientos influyen.Y sin querer lo plasmas: escribiendo, pintando,cantando, bailando, hablando,pero siempre de una manera concreta: disfrutando. Porque bailando me di cuenta que se puede ser princesa sin
castillo, pintando me di cuenta que se puede ser musa sin pintor, pero en Sigüenza me vinieron los aires de realeza y supe una cosa: soy yo. Esta soy yo, esto es lo que quiero, esto es a quien quiero, y en este reino mando yo. Todo lo que habíamos hecho en la asignatura cobró forma,sentido, empezó a ordenarse y a formar un pensamiento, que hizo que, como un haz de luz,saliera dentro de mi una sensación de claridad, de certeza, de seguridad. Fue ahí, en un castillo, rodeada de murallas, donde una moneda tiré yo al agua y mis deseos se enamoraban. Se enamoraban de la vida, se enamoraban de los sueños para dejar de ser eso, sueños,
y convertirse en una historia real. Sonó la moneda en el agua y mi quitamiedos actuó: se llevó las malas sensaciones, los temores, los rencores,las inseguridades. El quitamiedos funcionaba y no era por casualidad: me había encontrado. Sabía lo que tenía a mi lado, sabía lo que tenía y no quería perder. Abrí los ojos para volver a ver ese castillo y las vistas me anonadaron, me dejaron sin palabras pero con otra imagen: un cuadro de libertad, un cuadro de sentimientos, un cuadro en el que las pinturas bailaban al son de una música fascinante: mi música, mis colores, mis deseos y mis … Era la imagen de un
cuadro la que me venia a la cabeza, uno de tantos que aquella tarde pinté en clase, uno en concreto que por el significado, nada más acabarlo sabia que era él, el cuadro, mi cuadro. Ahí había puesto todo lo que sentía. No sé a veces de donde saco la imaginación, las palabras, la motivación. Pero se que hay palabras, gestos, hechos, personas que marcan y asignaturas que dejan de serlo para ser más que una ayuda."
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