Hace algunos años, un hermoso
matrimonio tuvo dos hijos mellizos, a los que llamaron Blanco y Blanca, debido
a la palidez de sus rostros. Cuando los niños tenían 5 años, sus padres se
separaron y la madre se fue a vivir a EEUU, y por alguna razón dejaron de verla
y perdieron el contacto con ella.
Cuando cumplieron los 8 años su padre
volvió a casarse con una mujer aparentemente buena y muy hermosa. Ella trataba
muy bien a Blanco, pero desde el principio se vio claramente que no quería en
absoluto a la pequeña blanca, ya que tenía una envidia tremenda, de la belleza,
ingenuidad y dulzura de esta.
Cuando los niños cumplieron 15 años,
lamentablemente el padre falleció, y al no localizar a su madre se quedaron a
vivir con su madrastra, a medida que pasaban los años esta comenzó a mostrar
más su odio hacia la joven blanca y su adoración hacia el apuesto Blanco, hasta
que un día, cuando los jóvenes cumplían 18 años la madrastra pregunto al
espejo: ¿Quién es la mujer más bella que existe?, y este le contesto, sin duda
es la joven Blanca, bella, inteligente y adorable. Esta enfureció y contrato a
un cazador para que la adentrase en el bosque y la matara.
Poco después de que la joven saliese
con el cazador al bosque, Blanco escucho a la Madrastra hablar sobre su plan, y
enseguida salió en busca de su hermana. Pero cuando llego al bosque vio que el
cazador estaba tratando de abusar de su hermana y sin pensarlo dos veces le dio
con una piedra en la cabeza y los dos hermanos se adentraron en el bosque
alejándose todo lo que pudieron de la que había sido hasta ese momento su casa.
Después de mucho correr, se encontraron
con una pequeña casa, y entraron a Pedir asilo, en esta casa Vivian 7 enanitas
preciosas, dulces y amables, que les acogieron con mucho cariño a los dos. Allí
vivieron durante un tiempo felices, y rodeados de paz, nunca habían sido tan
felices. Hasta que un fatídico día la madrastra volvió a preguntarle a su
espejo quien era la más bella, y este le contesto que Blanca. En ese momento la
madrastra calló en la cuenta de que Blanca seguía viva, y movió cielo y tierra
hasta encontrarla con el único fin de matarla.
Un día que Blanca paseaba contenta por
una feria, se encontró con una vieja feriante que le ofreció con mucho ímpetu
una manzana de caramelo, está la acepto, pero como en ese momento no tenía
ganas de comérsela, llego a la casa de las enanitas y la dejo sobre la mesa
para otro momento, y salió al campo a buscar flores para ponérselas en la
cabeza.
Poco después de que Blanca saliese de
la casa, llego su hermano, muy cansado y muy hambriento, y no pudo resistir la tentación
de comerse esa deliciosa manzana de caramelo, y fue a por ella, pero al primer
mordisco cayó al suelo, las enanitas trataron de despertarle, pero no fue
posible, por lo que lo metieron en un ataúd de cristal para velarlo. En ese
momento llegó la madrastra y entro en Soc., al darse cuenta de que con su
malvado plan no había conseguido matar a la joven Blanca, sino que sin darse
cuenta había matado a su amado Blanco, en ese momento rompió a llorar y a
maldecir a Blanca, echándola la culpa de que su amor hubiese muerto, cuando
llego la chica muy contenta con sus flores.
De pronto se le cayeron al suelo y comenzó
a entrarle una fuerte ira al ver a su madrastra abrazando y besando a su
hermano, después de todo el daño que les había hecho, y sin pensarlo dos veces
le abrió la cabeza con una sartén que encontró a su paso, se arrodillo frente a
su hermano y lloro desconsolada. Ella y las enanitas empezaron a darle besos en
la mejilla, las manos, los pies… pero este solo se despertó con el beso de una
de las enanitas de la que estaba enamorado.
Y colorín colorado, este cuento se ha
acabado.
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