El primer día de clase y lo primero
que tenemos que hacer es relatarnos en parejas un sueño que nos haya marcado en
el que hayamos tenido miedo, pero a mi se me viene a la mente el recuerdo de una
frase que me encanta de Calderón de la Barca: ``La vida es sueño y los sueño, sueños
son.´´. ¿Sueños son? Si pero un sueño era poder volar y llegó el avión. Un
sueño era llegar a la luna y llegó el Apolo. ¿Pero qué son los sueños? En
primer lugar pueden ser un reflejo de sentimientos, cosas que anhelamos y que
no podemos tener. También soñamos con todo aquello que nos ilusiona, que nos
llena de magia, que aunque imposibles, queremos hacer realidad. Soñamos porque
nos hace disfrutar, o llorar, pero nos hace vivir. Pero además con los sueños salen
los miedos y los sentimientos a flote. En otras ocasiones son sólo el resumen de un
día, bueno o malo, que lo recordamos en unas horas que se hacen instantes.
Otras son la realidad que en la misma no se puede tener y que en nuestra
imaginación disfrutamos.
Pero y qué pensamos: ¿que como es
un sueño, nunca se cumplirá? Tanto los sueños buenos como los que nos causan
miedo, nos hacen sentir como en las nubes y cuando te despiertas piensas que es
tan real que dices ojalá se hubiera cumplido, o por el contrario, despertarnos
inmediatamente de la angustia que sentimos dentro de nosotros si se trata de
algo que nos aterra y nos angustia. Y así me he sentido yo hoy y en muchas
ocasiones cuando veo en mis sueños la muerte de mis seres queridos, y no, no es que tenga miedo a la muerte, sino a la
pérdida de alguien a quien quiero, a la soledad, a no poder demostrar más lo
que siento. Y es por eso, lo que hablaba anteriormente, que tenemos que ser
capaces de superar aquello que nos provoca miedo, y despertarnos fuertes
mirando nuestro atrapamiedos que está justo delante de la cama para no olvidar
que debemos superarlos.
Para mi el mito de que los sueños
no se pueden cumplir lo crearon los cobardes, que tal vez no fueron capaces de
apostarlo todo por esa ilusión, los que no fueron capaces quizás de ilusionarse
lo suficiente, y a los que la magia le parecía cosa de niños. Por eso los niños
son los más felices, porque sueñan, porque los ven posibles y alcanzables,
porque los persiguen y porque los consiguen.
Y para acabar como
dice el cantante Melendi: “Hagamos que no todos los sueños sean durmiendo”.
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