martes, 15 de marzo de 2016

NUESTRA VERSIÓN DEL CUENTO DE BLANCANIEVES

Hace algunos años, un hermoso matrimonio tuvo dos hijos mellizos, a los que llamaron Blanco y Blanca, debido a la palidez de sus rostros. Cuando los niños tenían 5 años, sus padres se separaron y la madre se fue a vivir a EEUU, y por alguna razón dejaron de verla y perdieron el contacto con ella.
Cuando cumplieron los 8 años su padre volvió a casarse con una mujer aparentemente buena y muy hermosa. Ella trataba muy bien a Blanco, pero desde el principio se vio claramente que no quería en absoluto a la pequeña blanca, ya que tenía una envidia tremenda, de la belleza, ingenuidad y dulzura de esta.
Cuando los niños cumplieron 15 años, lamentablemente el padre falleció, y al no localizar a su madre se quedaron a vivir con su madrastra, a medida que pasaban los años esta comenzó a mostrar más su odio hacia la joven blanca y su adoración hacia el apuesto Blanco, hasta que un día, cuando los jóvenes cumplían 18 años la madrastra pregunto al espejo: ¿Quién es la mujer más bella que existe?, y este le contesto, sin duda es la joven Blanca, bella, inteligente y adorable. Esta enfureció y contrato a un cazador para que la adentrase en el bosque y la matara.
Poco después de que la joven saliese con el cazador al bosque, Blanco escucho a la Madrastra hablar sobre su plan, y enseguida salió en busca de su hermana. Pero cuando llego al bosque vio que el cazador estaba tratando de abusar de su hermana y sin pensarlo dos veces le dio con una piedra en la cabeza y los dos hermanos se adentraron en el bosque alejándose todo lo que pudieron de la que había sido hasta ese momento su casa.
Después de mucho correr, se encontraron con una pequeña casa, y entraron a Pedir asilo, en esta casa Vivian 7 enanitas preciosas, dulces y amables, que les acogieron con mucho cariño a los dos. Allí vivieron durante un tiempo felices, y rodeados de paz, nunca habían sido tan felices. Hasta que un fatídico día la madrastra volvió a preguntarle a su espejo quien era la más bella, y este le contesto que Blanca. En ese momento la madrastra calló en la cuenta de que Blanca seguía viva, y movió cielo y tierra hasta encontrarla con el único fin de matarla.
Un día que Blanca paseaba contenta por una feria, se encontró con una vieja feriante que le ofreció con mucho ímpetu una manzana de caramelo, está la acepto, pero como en ese momento no tenía ganas de comérsela, llego a la casa de las enanitas y la dejo sobre la mesa para otro momento, y salió al campo a buscar flores para ponérselas en la cabeza.
Poco después de que Blanca saliese de la casa, llego su hermano, muy cansado y muy hambriento, y no pudo resistir la tentación de comerse esa deliciosa manzana de caramelo, y fue a por ella, pero al primer mordisco cayó al suelo, las enanitas trataron de despertarle, pero no fue posible, por lo que lo metieron en un ataúd de cristal para velarlo. En ese momento llegó la madrastra y entro en Soc., al darse cuenta de que con su malvado plan no había conseguido matar a la joven Blanca, sino que sin darse cuenta había matado a su amado Blanco, en ese momento rompió a llorar y a maldecir a Blanca, echándola la culpa de que su amor hubiese muerto, cuando llego la chica muy contenta con sus flores.
De pronto se le cayeron al suelo y comenzó a entrarle una fuerte ira al ver a su madrastra abrazando y besando a su hermano, después de todo el daño que les había hecho, y sin pensarlo dos veces le abrió la cabeza con una sartén que encontró a su paso, se arrodillo frente a su hermano y lloro desconsolada. Ella y las enanitas empezaron a darle besos en la mejilla, las manos, los pies… pero este solo se despertó con el beso de una de las enanitas de la que estaba enamorado.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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