MIEDOS

¿Quién no ríe? ¿Quién no llora? ¿Y quién no se asusta? Todos somos participes de una vida en la que los momentos buenos se reparten con los malos. Y siempre hay algo, alguien, que nos hace dudar, ser vulnerables, que nos excita, incita, tranquiliza y enloquece, nos agradece, nos ilusiona y emociona, pero que a veces también asusta. Y es que, ¿qué es el miedo? 

Realmente es una pregunta que no me había planteado en muchas ocasiones, pero en esta asignatura fue con lo primero que me encontré, así de primeras, como el que tiene que frenar en seco porque el coche de delante se queda parado. Es una cuestión que me paró, y me hizo reflexionar. 

Para algunos es la angustia por un riesgo o daño real o imaginario. Para otros es el temor o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea. Pero, ¿Y para ti? ¿Qué es el miedo? Quizás sea esa sensación de vulnerabilidad ante un problema, esa sensación de soledad o ese estado de tensión ante lo desconocido. Miedo es lo que aparece cuando no nos esperamos algo que pasa, cuando alguien reacciona de un modo insólito, miedo es lo que sentimos cuando perdemos algo que necesitamos y que queremos. Porque no, no hay que engañarse, no nos asustan solo las cosas de terror, aquellas cosas que parece que nos dejan solos ante el peligro. Hay momentos en los que a lo mejor algo desconocido, no malo, simplemente desconocido para nosotros nos asusta, nos aterra. También nos da miedo sentir, vivir, nos da miedo sufrir. Y es en ese pánico a lo nuevo es cuando nos olvidamos de disfrutar, de amar, de dejarnos querer, de querer, de sentir y de vivir, de vivir el momento. Porque los miedos se pueden superar, ya sea cruzando mares, lanzándose por un puente, diciendo te quiero, enfrentándote a los propios sueños que en muchas ocasiones nos aterrorizan, incluso cualquier pánico como pueden ser los animales o pánicos mayores; si pensamos que podemos superarlo, lo superaríamos porque todo es querer, como el típico dicho de “quien quiere puede”. Pero claro, es más fácil decirlo que hacerlo. Pero sí, todos sentimos miedo, por algo, sea lo que sea, a cada uno nos ataca de una manera diferente, pero siempre ataca y sólo luchando contra él podemos superarlo, y qué mejor manera que enfrentarnos a él que inventarnos un antídoto. Ahora es el momento de temer menos y poco a poco superar nuestros miedos.